El 28 de enero puse aquí lo que andaba sintiendo por esa vidita que ya quería nacer, unos dias despues, llegó Salvador!...
Creo que ni su madre se dio cuenta al escoger su nombre, de que el la ha salvado (muy a pesar de estos desvelos, prohibiciones y fines de semana en casa)... La ha salvado de la indiferencia que andaba mostrandole a la vida, al verdadero sentir.
Tenia razon, tiene esa nariz, esos ojitos achinados, las orejas de su mama y tambien los pies. Lo que no adivine, es que tendría esa sonrisa que te hace querer saltar de dicha, esa mirada que te inmoviliza y (un no se que) que hace que pongas la peor cara de estupida que puedas poner. Lo que no adivine, es que lo querria tanto (hoy reconozco que tuve miedo de no hacerlo al verlo), pero lo quiero, y con sus 6 meses es parte importante de una historia.
Será por eso que no importan las noches por allá, que no importan los sábados perdidos. Será que el tambien ha salvado el verdadero significado de una amistad. Será que no solo su madre, mi querida amiga, ha de refugiarse en verlo crecer, en sus risas maravillosas y podamos compartir los dias, las preocupaciones, las penas, viendo en el una esperanza, quiza la imagen de un recuerdo que espero algun dia deje de herir tanto. En fin, el no trajo un pan bajo el brazo, trajo el descubrimiento de una fortaleza y el despertar de un corazon dormido... y mas, muchisimo mas.
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