viernes, 26 de febrero de 2010

Aqui hasta el elenco es divino!!!


Por :

Raúl "Vaku" Venegas y Cristina "Vaku" Soto

Ni el frio de este invierno cruel, ni el insoportable tráfico del Centro de Lima logran aplacar la sensación de cosquilleo que se siente al acercarse al Teatro Segura, el mismo estremecimiento que sentí al tener por fin en mis manos la entrada, luego de una lucha en contra de los gastos cotidianos y de los días copados para ver la obra.

En la puerta, la gente pretende adivinar la puesta en escena, comienzan las apuestas por el mejor actor y comentan las obras ya vistas. Es reconfortante ver gente de la misma edad y romper ese mito de que los musicales son aburridos, que solo las "tías pitucas" lo disfrutan y lo entienden. Es una mezcla de edades, voces, sentimientos, chismes y risas. En un grupo de señoras, Rina Dibós, productora de Preludio, comenta en un tono de secreto lleno de orgullo "…la Denisse hace de puta", provocando risas entre sus amigas y mas expectativa en los que como yo, no deberían estar oyendo su conversación.

La espera se hace eterna, la entrada del Segura se va llenando y la señora del kiosco esta feliz con las ganancias. Sera teatro, será el Segura, pero somos peruanos y entrar sin un chocolatito a la sala es pecado.

Como poniéndonos de acuerdo en silencio, todos comenzamos a ingresar lentamente, dejándonos llevar por los letreros que indican la ubicación y por el olor a antigüedad y cultura que tiene ese lugar.

Aquí cada lugar tiene su precio, pero al estilo de comercial de tarjeta de crédito, uno se acomoda y piensa en que lo cierto, es que simplemente estar ahí, esperando por ver una obra tan conocida en el mundo entero y renombrada en Broadway, West End o Buenos Aires, en este país tan subestimado de buen teatro, es como descubrir un tesoro; y no, realmente no tiene precio.

“Cabaret” es un musical escrito por Joe Masteroff, basado en la obra de teatro “I am a Camera” de John Van Druten, y musicalizado por Jhon Kander, con las letras de Fred Ebb, el inseparable dueto que nos ha regalado otras maravillas del teatro musical como “Chicago” y “El beso de la Mujer Araña”. Cuenta la historia del cabaret “Kit Kat Klub” en Berlín de 1930, un lugar que ostenta las mas bajas pasiones de una ciudad abatida por el establecimiento del Partido Nazi. En este lugar Sally Bowles es la cantante principal, una jovencita inglesa sin rumbo en la vida, y el Emcee (maestro de ceremonias) es el diabólico y ambiguo personaje que narra la historia con canciones y coreografías tan fuertes, como el peso del texto.

La música retumba en las paredes del Teatro Segura, y con un español masticado, Emcee, el Maestro de Ceremonias (Marco Zunino), nos da la bienvenida al Cabaret: "Dejen sus problemas afuera. Aquí la vida es divina, las chicas son divinas... aquí, hasta la orquesta es divina..."

Y te envuelve con su primera canción, el Willkommen, la invitación a este sub mundo bizarro y sensual. Marco Zunino, ha crecido con cada personaje, y este se apodero de él.

El ballet, con sus pasos de baile marcados y exactos, sus coquetos y a veces toscos movimientos mientras juegan a la seducción con Emcee, le dan el toque de lujuria que le faltaba al Kit Kat Klub, el night club que sirve como metáfora del mundo en el que viven sus personajes.

En medio de la presentación de las "chicas divinas", representadas por Elsa Olivero, Laura del Busto, Tati Alcántara, Anahí de Cárdenas, Lisette Gutiérrez y Verónica Alvares, aparece la madura y despampanante Fraulein Kost, protagonizada por Denisse Dibós, un personaje clave en el desarrollo del musical.

La orquesta, dirigida por Cesar Vega (director musical de otros montajes de preludio), le daba el especial toque que ofrece la música en vivo, y servía como complemento perfecto para las hermosas interpretaciones, como el sensual “Mein Herr” que interpreta Sally Bowles (Gisella Ponce de León), “Mañana me toca a mi”, canción final del primer acto cantada por todo el elenco, o el estremecedor “Que haría usted”, en el cual Elena Romero (Fraulein Schneider) hace gala de la maravillosa voz que ostenta, además de ser –la suya- una de la actuaciones mas ovacionadas de esa función.

Una producción impecable, una dirección acertada (Mateo Chiarella), un elenco bastante coherente –cabe elogiar las intensas interpretaciones de Marco Zunino y Elena Romero- con un buen trabajo de Raúl Zuazo (Clifford Bradshaw) y Eduardo Camino (Herr Ludwing)

martes, 23 de febrero de 2010

la vaca amnesica!

Muchas veces he meditado sobre esa frase de vacas y terneras olvidadizas. Entiendo que intenta ser una metafora de cuando uno olvida lo que vivio e intenta aparentar, cuando uno pretende hacerle creer a los demas que nunca fue lo que fue, que nunca cometio errores y se escandaliza por cosas que bien disfrutaba haciendo antes, en un pasado que prefiere ocultar. Y medito y medito sobre eso y solo puedo llegar a la misma conclusion, vea como lo vea... SON HUEVADAS!!! Es tipico de una sociedad hipocrita como la nuestra esto de criticar solo porque nosotros ya no lo hacemos... y ¿como es que esa persona puede actuar asi... ???

Hace unos años pasaba por la puerta de esa discoteca en la que para entrar las chicas tienen que ir con las faldas mas pequeñas que tienen en el closet. Mi amiga, una "mujer" de 23, con la billetera llena y el closet mas recatado se asqueo terriblemente y no por los pequeños pedazos de tela, si no por el simple hecho de un lugar repleto de "chibolos"... y pretendia que yo, que la conozco desde antes que se pasara los sabados haciendo cola afuera de la misma discoteca, le creyera siquiera un poco de su indignacion...

NO me jodas, le dije... Tu tambien venias y salias empapada de espuma.
Si. - me respondio-  Pero era chibola pues!!!

Pero claro, es mas facil recordar lo inmediato, lo conveniente y lo que nos muestre con madurez ante la gente. Es tan facil criticar y etiquetar a las personas menores de "chibolos" de la manera mas despectiva, como si ser un "chibolo" fuera una verguenza o un motivo de burla para nosotros los "mayores"...
Ni mayores, ni chibolos, porque los que rondamos ahora los veinte y tantos alguna vez fuimos chibolos, alguna vez hicimos lo imposible por entrar a algun antrito sin ningun documento, bien a los tacos y al maquillaje improvisado. Alguna vez nos metimos esa absurda bomba con dos cervezas y todo nos dio vuelta o por lo menos eso deciamos, porque tambien es cierto que alguna vez los que ahora son mejores mientras mas duran sobrios, fingieron estar mareados para ser mas interesantes.

Y yendonos mas lejos, a esos recuerdos que si queremos guardar y como quisieramos cada dia tener un poquito de ellos, alguna vez hemos reido hasta que nos apretara el estomago y nos faltara el aire, hemos sido capaces de hacer algun "roche" en la calle y mas aun, hemos sido capaces de ser nosotros mismos. Pero pareciera que ser uno mismo es no ser maduro, eso es para niños. Y asi los "chibolos" huyen de los "niños" y los "mayores" de los "chibolos" y nos alejamos porque no es de una persona de 20 tener amigos de 15, porque los adultos no son amigos de los niños, porque nadie se da cuenta que quiza, si cada persona que la vivio y la sufrio y salio adelante pudiera ser un ejemplo vivo para quien aun esta empezando a vivir, para esos experimentos que seria mejor no hagan. Y si cada persona que ha perdido un poco ese niño que lleva dentro y la simplicidad de vivir la vida y ser uno mismo, tuviera a su lado alguien que le recuerde como es ser un Peter Pan, como reirse de todo y recordar la clase de problemas que nos traian el mundo abajo, todos podriamos ser un poquito mejores, un poquito mas de consciencia en la juventud y mas alegria en lo que sea que somos nosotros los de veintitantos!

Y no lo digo porque si,  porque desperte pensando en una nueva filosofia de vida. Lo digo porque lo he vivido, porque el prejuicio esta ahi rondandome cada dia con las miradas de desaprobacion de los veinteañeros que ahogan sus penas en whisky. Yo por mi parte prefiero embriagarme de esas risas contagiosas que me sacan de la tristeza inutil. Me quedo con los miles de abrazos y consejos con mente fresca que me dieron, aunque ahora tambien ahoguen sus penas en whisky. Y es que ya llegaron a los veinte y empezaron con sus prejuicios y es que claro, la vaca no se acuerda cuando fue ternera.

Entonces una vez mas a defenderse de los prejuicios, a proteger una hermandad que se formo con el tiempo, con los abrazos, las risas y los consejos de mi boca gastada con olor a tabaco y de sus frases nuevas y profundas con aires nuevos pero reales, porque viven en una realidad que a veces no quisiera que vivan y saben, saben mucho por el mismo hecho de no saber tanto. Y porque si, porque nadie entiende lo que es la amistad cuando se da por encima de todo y sin prejuicios a nada... lo demas, simplemente SON HUEVADAS!!!...