miércoles, 28 de enero de 2009

minutos...

En un solo día, en un minuto la vida puede dejar de ser como era un minuto antes. Puedes, en un momento, conocer a alguien sin saber que será tan importante en tu vida. Puedes empezar un vana conversacion con quien mas adelante puede ser una gran amiga, puedes despedirte de alguien creyendo que el tiempo pasará rapido antes de volver a verla y seguir esperando año tras año volver a tenerla cerca. Incluso en pocos segundos, puedes decir cosas que pueden cambiar tu vida, que te abriran una puerta o cerraran otras miles, que te acercaran o te alejaran de alguien. Mi vida depende de los minutos, esos que siguen pasando y siguen cambiandome la vida. En un minuto decidi que valia la pena enfrentarme a lo nuevo y arriesgar a mi corazón. Con ello vinieron las ganas inconscientes de romper muros y los rompi. Vinieron miles de momentos inolvidables, con ello llegó un sentimiento que nunca me habia visitado...

Luego, en pocos minutos, se desvanecio. La palabra amarga llegó y me alejó. La palabra incorrecta cerro una puerta que pudo haber estado abierta eternamente y por esa puerta salieron huyendo la inconsciencia y las ganas, las fuerzas y la paciencia Entraron en cambio las penas, las lagrimas que ya andaban por aquí, el dolor, el rencor, la ira y los malos momentos se apoderaron de los muros que ya no existian. Minutos, otra vez, de soledad, de recuerdos, de confusion, de ganas y desganas. Momentos de debilidad y voces que no me permiten serlo. 

Pocas cosas estan claras. Tengo miles de preguntas. El por qué no funcionó, el por qué a mi, otra vez. Pocas cosas estan claras cuando este dolor regresa y se une a la soledad de cada domingo sin hogar. La unica claridad que viene a mi es que ya no tengo ganas de luchar en una guerra absurda donde quedaban heridos los buenos momentos.

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